¿Sabías qué... ?

Manuela Ballester no solo emergió como artista, sino también como activista. Defensora de la igualdad, reivindicó el sufragio universal y dirigió revistas feministas durante la Guerra Civil, y a pesar de las constantes dificultades, nunca dejó de contribuir a la justicia social mediante obra plástica y escrita.

Manuela Ballester nació en Valencia y estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en estudiar allí y entrando en contacto con los futuros artistas de la vanguardia valenciana. En 1928 empezó su carrera artística realizando figurines de moda para revistas, al mismo tiempo que hacía portadas e ilustraba publicaciones y libros, como Babbitt. También son constantes sus fotomontajes de carga política, como Las instituciones armadas cuidan de que no sea perturbada la tranquilidad de las “gentes de orden”.
Sin embargo, su trabajo trascendió la actividad plástica, puesto que también se dedicó a redactar críticas artísticas y artículos de opinión. Afiliada al Partido Comunista y formando parte de la Unión de Mujeres Antifascistas Españolas, son numerosos sus escritos reivindicativos, como Mujeres intelectuales, donde pone de manifiesto la obligación de las artistas de comprometerse con su contexto histórico-social.
De 1936 es su famoso cartel ¡Votad al Frente Popular!, que representa el sufragio universal, uno de los avances legislativos más importantes de la II República. Durante la Guerra Civil fue una clara defensora del bando republicano, no sólo mediante carteles propagandísticos, sino también colaborando en revistas antifascistas. Incluso dirigió la revista Pasionaria, donde aborda las inquietudes de las mujeres en tiempos de guerra. Además, ejerció como docente en la Escuela Femenina Lina Odena para erradicar el analfabetismo femenino.
Perdida la guerra, emigró junto a su familia a México, donde siguió su actividad artística y publicando escritos histórico-artísticos con perspectiva de género como La escultora Luisa Roldán. De estos años también destacan sus diarios que reflejan la vida de una mujer artista y madre. En 1959, siguiendo a su marido también artista, Josep Renau, se trasladó a Berlín, sin dejar atrás su labor artística. Además, en los años 80 publicó un poemario, Cosas, que recoge poemas escritos a lo largo de su vida.
Tanto a través de sus carteles y fotomontajes, como a partir de sus ideales transmitidos vía oral y escrita demostró su resiliencia como mujer artista y activista. Su lucha permitió reivindicar la figura femenina como papel activo en la sociedad al mismo tiempo que ella misma rompía barreras con su compromiso por la igualdad y por un mundo más justo, como afirma Cristina Martínez Sancho “convirtiéndose así en una especie de miliciana con los pinceles”.
Biografía realizada por Mar Lloret Estrada, Universitat de València

Bibliografía

CASAS BALLESTER, Marina. Manuela Ballester, alma viva: Retrato de una artista olvidada. Trabajo de Fin de Grado, Barcelona: Universitat Pompeu Fabra, 2017
GAITÁN SALINAS, Carmen. “Manuela Ballester Villaseca”. En: (18-II-2024)
MARTÍNEZ SANCHO, Cristina. “Compromiso político y social de Manuela Ballester. Vida y obra hasta el exilio (1908-1939)”, ASRI: Arte y sociedad. Revista de investigación, 2016, nº10.
SEYDEL, Ute. “Manuela Ballester: pintora, poeta y luchadora antifascista”. Devenires: Revista de Filosofía y Filosofía de la Cultura, 2023, nº47, p. 111-130.
SOLBES BORJA, Clara, MUJERES EN LAS ARTES VISUALES (MAE), “Ballester Vilaseca, Manuela”. En: https://maes.unizar.es/manuela-ballester-vilaseca/ (18-II-2024).

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