Xesqui Castañer López fue desde el año 2003 profesora titular del Departamento de Historia del Arte de la Universitat de València, universidad en la que obtuvo su acreditación de catedrática en 2016. Sin embargo, antes de desplazarse a València y durante la realización de su tesis doctoral, compaginó su actividad docente e investigadora con su vocación política, puesto que entre 1983 y 1987 fue concejala del Ayuntamiento de Vitoria, entre 1991 y 1994 dirigió el Gabinete de Fernando Buesa, quien era consejero de Educación del Gobierno Vasco en esa cronología, y desde 1999 hasta el 2003 se convirtió en la primera mujer que ocupaba el cargo de presidenta de las Juntas Generales de Álava.

En el campo de la investigación sus intereses fueron diversos. Sus primeras aportaciones indagaban en las problemáticas plásticas del Renacimiento y el Barroco. Este ámbito de estudio fue diluyéndose para dar primacía al estudio de la plástica contemporánea y el arte actual en conexión con las circunstancias socioculturales, éticas y políticas que marcaban dicho contexto; estas son, entre otras, los procesos de globalización, la configuración de nuevas identidades y metodologías decoloniales, la acción política del arte y la emergencia de las tecnologías en el arte. No obstante, fueron los estudios de género junto con la lucha por incorporar relecturas historiográficas desde el pensamiento feminista las materias que verdaderamente marcaron su labor académica, aunque también la personal. Reiterando las palabras de Nuria Rodríguez Ortega, todo ello le permitió convertirse en una pionera que advirtió con antelación el giro conceptual y epistemológico que estaba dándose en el seno de la disciplina histórico-artística y que en España no eclosionaría hasta bien entrada la primera década de los 2000.

Xesqui Castañer publicó monografías sobre la visualidad de la mujer, el papel de las artistas en la videocreación contemporánea y la relación existente entre los discursos de género y el activismo político. También destacó por su implicación en el estudio de las identidades poscoloniales y por sus contribuciones a congresos y simposios en los que analizaba críticamente las prácticas museográficas contemporáneas que seguían invisibilizando a las mujeres artistas. También dirigió varios proyectos sobre coleccionismo y patrimonio vasco con el propósito de repensar la gestión pública del patrimonio.

Su labor revisionista y crítica del relato histórico-artístico también se materializó en las aulas, donde trascendió las convenciones didácticas e indagó en la perspectiva posfeminista, el decolonialismo a través de los escritos de Gayatri C. Spivak y el discurso queer, a la vez que mostraba los trabajos de Angelia Kauffmann, VNS Matrix, Cui Xiuwen o Ximena Cuevas, tal y como explica María Eugenia Rojo Mas, quien fue su alumna. Todo ello con el fin de visibilizar toda suerte de otredades y así contribuir a una sociedad más justa e igualitaria.
Biografía realizada por Carolina Jaén Torregrosa, Universitat de València